En 1896, una joven francesa Alice Guy Blaché fue la primera mujer en dirigir una película. Un siglo después el panorama no ha cambiado mucho. Sólo un pequeño grupo de mujeres cineastas, como la peruana Claudia Llosa, la española Isabel Coixet, la mexicana María Chenillo, la argentina Paula Markovitch, o la estadounidense Sofía Coppola mantienen viva la antorcha de la igualdad.
Josefina Molina, (Córdoba, España, 1936) fue la primera mujer directora en lograr el Goya de Honor de la Academia de Cine Español.
"Soy una representante de unas generaciones que han aportado al cine mucho trabajo, mucho esfuerzo, y por la razón que sea no se han visto reconocidas", aseguró a EFE en una entrevista realizada con motivo de su galardón.
Aunque Molina "esperaba más" de la situación de la mujer cineasta en 2012, no olvida que "se ha dado un paso de gigante".
MUJERES EN DIRECCIÓN, FESTIVAL DE CUENCA
Con el espíritu de dar a conocer el trabajo de cineastas como Josefina Molina nació el Festival Internacional de Cine de Cuenca (España) "Mujeres en Dirección", una muestra original y genuina donde sólo tiene cabida el cine dirigido por mujeres.
"No somos un festival con temática de mujeres", aclara su directora, Marta Belaustegui, "es un festival de directoras que cuentan aquello que les preocupa. La sensibilidad depende del artista, nosotros buscamos amplitud de miras y libertad".
En sus seis años de vida, las mejores directoras de cine, consagradas y noveles, han presentado aquí sus obras. Con el festival ya completamente consolidado, las mujeres directoras no se olvidaron en 2010 de la cita conquense: Bier presentó la después oscarizada "In a better world" y Colell, "Elisa K".
2012 sirvió para reunir a la veterana y sabia Marion Hänsel ("Noir Ocean") con la japonesa Naomi Kawase y con la jovencísima realizadora marroquí Leila Kilani y, de nuevo, recibir a la libanesa Labaki, que ganó la edición con su segundo largometraje, "Et maintenant oú on va?.
UN ÚNICO OSCAR A UNA MUJER DIRECTORA
Pero aunque cada vez hay más mujeres directoras y muchas de ellas de gran éxito, hasta ahora sólo cuatro han sido nominadas al Oscar, con una única victoria.
La italiana Lina Wertmüller por "Seven Beauties" fue la primera, en 1976. Le siguieron la neozelandesa Jane Campion por "The Piano" en 1993 y la estadounidense Sofia Coppola por "Lost in Translation" en 2003.
 |
| Sofia Coppola |
Pero no fue hasta 2010 cuando se pudo ver a una mujer subir al escenario del Kodak Theatre para recoger el Oscar a la mejor labor de dirección. Fue la estadounidense Kathryn Bigelow, por una película de guerra, "The Heart Locker", y tras ganarle la partida a su ex marido James Cameron, que competía nada menos que con la película más taquillera de la historia del cine, "Avatar".
 |
| Kathryn Bigelow |
Con un pequeño presupuesto y una gran experiencia en películas de acción -"Blue steel", "Point break" o "K-19: The Widowmaker"- Bigelow rompió todos los pronósticos y se convirtió en pionera en un terreno tradicionalmente dominado por los hombres.
Porque, aunque las mujeres siempre han estado presentes en el cine, las realizadoras que han conseguido mantener una carrera estable han sido pocas.
Tras las pioneras, Alice Guy-Blaché, Elvira Notari o Germaine Dulac, en los años treinta destacó el trabajo de la alemana Leni Riefenstahl -perjudicada por su adhesión al nazismo-; la labor poco conocida detrás de las cámaras de una actriz como Ida Lupino o la labor reivindicativa de la francesa Agnés Vardá.
La década de los ochenta hubo fenómenos de taquilla con películas dirigidas por mujeres, como la comedia francesa "3 hommes et un couffin", de Coline Serreau, o "Big", de la estadounidense Penny Marshall.
Aunque ya entonces comenzaron a surgir voces femeninas cinematográficas de gran personalidad, como la hindú Mira Nair con "Salaam Bombay" o Jane Campion, que sedujo a medio mundo con su historia de un piano.
La consolidación de las mujeres llegó con nombres como la hindú Deepa Mehta, con su trilogía "Fire", "Earth" y "Water"; la danesa Lone Scherfig, con "Wilbur Wants to Kill Himself" o "An education" y Sofia Coppola.
MUJERES LATINAS
Y aunque en menor medida, las mujeres latinas también se abren camino poco a poco en parcelas del cine dominadas tradicionalmente por hombres, no sin esfuerzo, pero sí con mucho entusiasmo.
Un ejemplo es la guatemalteca Verónica Reidel, directora novel que se ha estrenado con "Cápsulas", un drama que, además de dirigir, ha escrito y producido. Reidel es la primera y única mujer directora en Guatemala, un país donde "siempre se prefiere que sea un hombre quien asuma las tareas de mando", explicó a Efe la cineasta. "Las mujeres siempre tenemos que demostrar que valemos, tenemos que superar la desconfianza inicial sobre nuestra capacidad de dirigir equipos y hacernos respetar", añadió.
La española Paula Ortiz es un caso muy distinto. O no. "Siento que mi generación ha tenido la oportunidad de acceder a la formación cinematográfica en condición de igualdad y en cualquier área del cine, pero luego, cuando llegas al ámbito profesional, es muy difícil".
Nombres que continúan un camino abierto por la argentina Lucrecia Martel y su particularísimo mundo, la española Iciar Bollaín, capaz de narrar los problemas más duros con extrema sensibilidad o la peruana Claudia Llosa, que ganó el Oso de Oro de la Berlinale con "La teta asustada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario